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lunes, 5 de noviembre de 2012

Tumor Glioblastoma



El glioblastoma (también conocido como glioblastoma multiforme o con las siglas GBM) es el tumor más común y más maligno entre las neoplasias de la glía. Su nombre quedó establecido por la clasificación OMS-20001 y fijado por la clasificación OMS-2007. De acuerdo con esta clasificación de la OMS de los tumores del sistema nervioso central, el nombre genérico para este tumor cerebral es "glioblastoma" y presenta dos variedades: el glioblastoma de células gigantes y el gliosarcoma.

Pronóstico:
La mediana de supervivencia desde el momento del diagnóstico, sin tratamiento, es de 3 meses, pero con él es común alcanzar una supervivencia de 1 o 2 años.


Complicaciones:
Muchas de estas complicaciones no son comunes y un número significativo de ellas pueden controlarse terapéuticamente de manera eficaz.
Complicaciones relacionadas con el tumor:
Edema.
Trastornos neurológicos.
Trastornos visuales.
Hidrocefalia
Gliomatosis leptomeníngea.
Deterioro de las funciones cognitivas.
Deterioro del estado psicológico (ansiedad, etc.).

Signos y síntomas:
La historia clínica de la enfermedad suele ser corta (menos de 3 meses, en más del 50% de los casos), a menos que el tumor no se desarrolle por la progresión de un astrocitoma de bajo grado (glioblastoma secundario).
Los síntomas del glioblastoma son los de una masa expansiva en el interior del cráneo, que aumenta la presión intracraneal. Es común por tanto encontrar cefalea, náuseas, vómitos, dilatación de los vasos cerebrales con alteraciones de la retina hasta el papiledema, hemiparesia, hemianestesia, hemianopsia, diplopía, afasia y crisis convulsivas. El porcentaje de los pacientes que experimentan ataques epilépticos asciende a un tercio.
Destacan también síntomas neurológicos no específicos tales como el obnubilamiento de la conciencia y los cambios de personalidad.

Tratamiento:
El glioblastoma resulta muy difícil de tratar, debido a varios factores:
Las células tumorales son muy resistentes a los tratamientos convencionales;
El cerebro es susceptible de sufrir daños debidos a estos tratamientos;
El cerebro tiene una capacidad muy limitada para repararse a sí mismo;
Muchos fármacos no pueden atravesar la barrera hematoencefálica para actuar sobre el tumor. En el tratamiento del glioblastoma, como en cualquier otro tumor cerebral, distinguimos entre tratamientos de apoyo y tratamientos curativos.

El tratamiento curativo de los tumores cerebrales comprende principalmente la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.





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